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SENDERISMO SIERRA DE MADRID – SIERRA DE GUADARRAMA

Senderismo un bastón o dos

¿Son necesarios los bastones de Trekking?

Se suele decir que los seres humanos comenzamos a andar ”a cuatro patas” y acabamos haciéndolo de la misma manera: en la infancia gateamos, buscando con esos cuatro apoyos la estabilidad que todavía no conseguimos andando erguidos. Y cuando las articulaciones, los músculos que las mueven y nuestro equilibrio se van deteriorando por el paso del tiempo, recurrimos a la ayuda de un bastón, primero, y de un par de ellos, o de muletas, después, para seguir moviéndonos.

Parece claro que los bastones de trekking pueden ser muy útiles pero, ¡profundicemos en su análisis!

La Comisión Médica de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo realizó hace algún tiempo un análisis sobre el uso de estos elementos en montaña.

Pros y contras de los bastones de trekking

Consideraban que podían ser recomendables en casos de personas de edad avanzada o con exceso de peso corporal, cuando se portean mochilas muy pesadas, en terrenos resbaladizos, al andar de noche o con niebla y en caso de padecer problemas articulares en piernas o de la columna vertebral.

Sin embargo, encontraban algunas contraindicaciones para su uso en ciertas situaciones: si se emplean mal -muy separados del cuerpo-, se generan esfuerzos de rotación poco recomendables. Y si se usan en zonas de trepada o pedreras de grandes bloques, en las que tener las manos ocupadas puede dificultar la defensa ante una caída.

En algunos terrenos complicados es mejor prescindir del uso de bastones.

Otra consecuencia negativa de su empleo habitual podría ser un cierto deterioro del sentido del equilibrio al andar, o de la coordinación. El informe acaba sugiriendo que, con las excepciones citadas respecto al peso y las lesiones articulares, no sería conveniente utilizar de forma continua e indiscriminada los bastones de monte.

Para qué te servirán los bastones de trekking

Leído lo anterior, podemos tener dudas sobre si es bueno usar bastón o bastones. Como tantas veces ocurre en Medicina, la respuesta debe ser  “depende”. Comenzaremos viendo para qué nos pueden servir:

-Para mantener el equilibrio. Esto es especialmente importante cuando nos movemos sobre terrenos de escasa o mala adherencia, como pueden ser los embarrados, nevados o helados. En tales condiciones, un apoyo extra es de agradecer, por si una pierna pierde su apoyo al deslizarse el calzado.

El bastón nos ayuda a reducir la carga de trabajo en las rodillas.

-Para reducir el peso que soportan nuestras rodillas y caderas durante los descensos. Más de una persona de las que ha compartido camino conmigo me ha confesado que su mayor problema físico en el monte no era subir, sino bajar, dado el mal estado de alguna de esas articulaciones, debido a la edad o a lesiones. Si llevamos bastones y los usamos bien, cada vez que posamos un pie en el suelo tendremos apoyado, simultáneamente, un bastón. Y la presión que hagamos con él sobre el suelo será el peso que reduciremos de la correspondiente cadera o rodilla.

Imaginemos una persona de 75 kilos de peso. Si utiliza sendos bastones y apoya unos 5 kilos en cada uno, el peso que soportará la pierna que tiene en el suelo apoyada no será de 75 Kg., sino de 70, puesto que los otros 5 serán soportados por el brazo contralateral a través del bastón.

Aparentemente eso es poco, pero si consideramos que -siendo de talla media- durante una excursión de apenas 10 kilómetros daremos unos 14.000 pasos, y en cada uno restaremos de las piernas 5 kilos, al final del recorrido habremos liberado a las maltrechas articulaciones de la extremidad inferior de unas 70 impresionantes toneladas, que habrán sido soportadas por los brazos.

¡Y eso sí que es una buena ayuda!

-Para ayudarnos a subir mejor o más rápido. Cuantos más músculos se utilizan al andar, y cuanto mayor es su masa, menos nos cansamos y más rápido lo hacemos. Por eso muchas personas emplean bastones en los ascensos de las carreras de montaña; para ayudar a las piernas con el esfuerzo de sus brazos.

-Para superar obstáculos. Es otra de las actividades en las que el apoyo extra de un palo o bastón es muy de agradecer o resulta imprescindible, según sea el caso. Sin llegar al extremo de los pastores canarios, que con su palo son capaces de realizar saltos impresionantes entre riscos, un buen bastón permite alargar la zancada o el salto y salvar distancias o alturas difíciles de lograr sin él.

-Para proporcionarnos defensa frente a la actitud amenazadora de algunos animales que podemos encontrar en el monte o frente a las aceradas púas de las zarzas y otros vegetales, cuando el camino se está cerrando o, simplemente, nos hemos salido de él, a la aventura.

En las situaciones que hemos descrito, está claro que usar bastones será positivo, siempre que lo hagamos bien.

¿Un bastón o dos?

Es otra duda frecuente. Si tenemos una lesión en una pierna, llevar un bastón en la mano opuesta hará que podamos descargarle de parte del trabajo de soportar nuestro peso y el que llevamos a cuestas, puesto que apoyaremos a la vez la extremidad inferior “delicada” y el bastón.

Pero eso crea un uso asimétrico que no sería aconsejable en el resto de los casos. Así pues, si los queremos para impulsarnos en las subidas o para descargar peso en las bajadas, mejor será si empleamos dos bastones.